Año: 8
Número: 48

Pedro Rubiolo, de Rafaela el pibe del CRAR que entrena en la Academia UAR y sueña con llegar a Los Pumas

Pedro Rubiolo, el rafaelino de 18 años, jugador de Círculo Rafaelino de Rugby, se encuentra entrenando en la Academia Litoral que la Unión Argentina de Rugby posee en Rosario. Comparte la estadia en Rosario con Mateo Nuñez del Club Alma Jrs de Esperanza.

El rafaelino Pedro Rubiolo es uno de los seis jugadores de Santa Fe que se encuentra entrenando en una de las cinco Academias que posee la Unión Argentina de Rugby en el país. Divididos en tres grupos, con turnos de mañana y tarde, más de 250 jugadores llevan adelante la preparación con tareas de musculación en el gimnasio y de resistencia física en campo. Desde esta semana se reducen a tres días de trabajos semanales (antes eran cuatro) y llega la parte más interesante para los jugadores: el rugby.

Dicha preparación, con vistas a una temporada 2021 que aún es incierta. ¿Qué tipo de competencia podrán tener? Aún no fue confirmado. Todo estará sujeto a la evolución de la pandemia de coronavirus. Por lo pronto, y según lo anunciado por World Rugby, el Mundial Juvenil M20 de este año, programado en Italia, no se jugará debido al continuo impacto global del covid-19.
A nivel club, por estos días se podría estar confirmando la competencia que tendrán por lo menos en la primera mitad del año.

“Cumplimos con la cuarta semana de trabajos, desde ahora bajando a tres días de prácticas ya que antes eran cuatro. En los primeros días de este año fueron muchos trabajos físicos y de gimnasio, ahora empezamos con algo de rugby”, le contó a La Opinión Pedro Rubiolo, que al igual que el resto de sus compañeros, no veían las horas del ‘contacto’ en Old Resian, sede donde se entrena.
Con respecto al grupo de jugadores, el forward de CRAR indicó: “La verdad que es un grupo muy lindo, los chicos son todos muy piolas y los profes unos genios, los tenemos a disposición nuestra todo el tiempo, nos tratan y hacen que nos estemos muy bien todos”.

Para la familia Rubiolo, la salida anticipada de Pedro del hogar –cumplió los 18 el último diciembre y aún tiene un año de secundario- fue todo un ‘tema’. Para el propio pibe no es sencillo el día a día en Rosario, donde se encuentra en un departamento viviendo solo, lejos de todos sus afectos. “Cuesta, pero hay que llevarla. Uno no está acostumbrado pero estoy haciendo lo que me gusta”, indicó el tercera línea (también segunda en alguna ocasión), y luego reconoció: “No me gusta estar mucho tiempo solo y por eso todos los findes me he vuelto, ahora incluso que los entrenamientos van a ser tres veces por semana me voy a poder volver los jueves (risas)”.
Referente de su divisional en el Círculo Rafaelino, madurez como pocos de su edad, Pedro parece tener bien en claro sus objetivos, y no pretende acelerar ningún proceso. “Trato de disfrutar todo al máximo, me encanta entrenar. Los entrenamientos son muy duros, es un lindo desafío pero estoy tranquilo. Es ir de a poco, las cosas vienen solas, si se hacen las cosas bien, tarde o temprano se da todo”.

Mientras se entrena en Rosario, espera saber cómo será el año escolar en este 2021 y con la pandemia de por medio; algo que en su casa, principalmente su padre, lo tiene muy presente: “Me queda este año en la escuela Técnica y después veré, algo voy a estudiar, todavía no tengo definido ni estoy decidido qué, mi viejo quiere que estudie”, señaló Rubiolo, que en diciembre pasado cumplió los 18 años.

El jugador de CRAR se encuentra en el radar UAR ya hace un par de años (fue campeón Sudamericano M-18 en Paraguay, en diciembre del 2019) y el particular 2020 tuvo un condimento difícil de superar: sin actividad en el club y entrenamientos virtuales.

“El año había empezado bien, entrenando con el seleccionado, bastante duro, y después se paró todo. Durante la cuarentena estuvimos entrenando por zoom bastante tiempo, cuando se habilitaron los gimnasios ahí empecé a ir al club, algunos trabajos específicos de rugby y gimnasio. No es fácil entrenar solo pero una parte del entrenamiento siempre me tocó hacerla solo, no lo sufrí, al contrario, lo tomé como una posibilidad para progresar, no había mucho para hacer en casa así que entrenaba”. La familia, los amigos, el club, son sostenes fundamentales para su presente. Para ‘llevarla’ como dice el propio juvenil que sueña con llegar al día de mañana ser Puma. Los de siempre, son los que ‘están en todas, me apoyan todo el tiempo, y no me puedo quejar de nada’, cuenta Pedro, quien también supo recibir el consejo del Puma que tiene CRAR. “Me dijo que no regale nada, que cada entrenamiento lo aproveche al máximo, con Mayco tenemos una buena relación, y cuando nos vemos hablamos”, cerró.

¿QUÉ SON LAS ACADEMIAS?
Las UAR cuenta con cinco Academias, distribuidas por lugares estratégicos en todo el país. Allí los jugadores reciben de forma personalizada: entrenamiento, preparación física, nutrición, planes estrictos de alimentación, médico, rehabilitación, y estudios. Más allá de los jugadores (entre los que hay mujeres y varones), también trabajan médicos, nutricionistas y kinesilógos.
La Academia del Litoral tiene a Nicolás Galatro como mánager. Junto con el ex tercera línea surgido y formando en Olivos están Jorge “Gallego” Ruiz, a cargo de la preparación física, Franco Della Vedova, médico y Luciano Frontini como nutricionista.

En cuanto a las locaciones de las Academias:
1. 
Buenos Aires (Deportiva Francesa – Buenos Aires). Su mánager es Martín Amón y aproximadamente tiene 100 jugadores, entre oficiales e invitados.
2. NOA (sede Los Tarcos – Tucumán). Su mánager es Álvaro Galindo y aproximadamente 50 jugadores, entre oficiales e invitados.
3. Oeste (sede en la Unión de Rugby de Cuyo – Mendoza). Su mánager es Miguel Bertranou y aproximadamente tiene 30 jugadores, entre oficiales e invitados.
4. Centro (sede Bajo Palermo – Córdoba). Su mánager es Galo Álvarez Quiñones y aproximadamente tiene 50 jugadores, entre oficiales e invitados.
5. Litoral (sede Old Resian – Rosario). Su mánager es Nicolás Galatro y aproximadamente tiene 50 jugadores, entre oficiales e invitados.
Fuente Opinión de Rafaela