Año: 6
Número: 20

Categorías Formativas o Competitivas

Los Clubes de fútbol poseen una estructura en la que indispensablemente habitan las llamadas divisiones inferiores o formativas, que como las palabras anuncian, son jóvenes que recibirán en estas edades la formación necesaria para que cuando tengan edad adulta o de participar en el deporte de manera profesional o superior lo puedan hacer de la mejor manera desplegando la gama de conocimientos adquiridos dentro y fuera del campo de juego.

A veces parece que estas categorías han perdido el sentido y el horizonte. Su mísera finalidad apunta a la captación de los mejores valores, la ubicación en el campo e intentar todo lo posible e imposible en pos de ganar, de hacer más goles que el rival, en llevarse los 3 puntos a casa. Las evaluaciones posteriores varían de acuerdo a cuantos goles han convertido o han recibido, y también así las apreciaciones individuales y colectivas de cada jugador.

Los errores son severamente castigados y los que comenten estas acciones muchas veces pasan de ser jugadores regulares de un equipo a obtener un cómodo sitio en el banco de suplentes o en las tribunas de su estadio. Y nada más y nada menos se pierde el sentido de riesgo que cada jugador debe asumir en pos de una buena salida, de un buen pase, de asegurar la pertenencia de la pelota o de iniciar un ataque en cualquier lugar del campo que se recupere la pelota.

“Los buenos jugadores no se hacen perdiendo”, frase desafortunada que habita nuestro fútbol, con varias más que penosamente transitan por la boca de quienes dirigimos alguna vez estas edades “saque si quiere ganar”, “nunca hacia adentro”, “ante la duda, reventala”, “no te compliques”, “dásela a él, que sabe y resuelve”, y la más famosa “hay que ganar como sea”, como si esto fuera una fórmula para lograr resultados.

La mejoría individual del jugador en su parte técnica en primera medida, en su parte física, táctica y mental, harán de éste un deportista que podrá jugar en cualquier equipo, en cualquier situación y dentro de cualquier sistema. Si cada uno de nuestros jugadores logra una mejoría en los aspectos antes citados, por sentido común nuestro equipo mejorará su nivel y rendimiento. Para que sea más gráfico: si nuestros defensores mejoran su forma de marcar, tanto individual como aérea, su manejo del pié hábil e inhábil, su precisión en los pases, su dominio de la pelota, su velocidad para pasar al ataque o para superar a un rival en carrera, su movimiento de centrar o su remate, y además su ubicación en el campo, depende quién tenga y donde se encuentre el balón, sin lugar a dudas, nuestro equipo tendrá una defensa muy bien preparada para enfrentar los ataques rivales y para ser salida clara y sorpresa en el ataque propio.

Decía que la buena formación individual mejora la actuación colectiva, y al mejorar la actuación colectiva nuestro equipo empezará a superar en cuanto a calidad de juego a los rivales que enfrente, y cuando uno supera a los rivales que enfrenta tendrás mas chances de ganar, pues el que juega mejor a veces pierde y el que juega peor a veces gana y creo yo, que es preferible a veces perder que a veces ganar. O no?

Al ganar más de lo que se pierda, este equipo estará entre los mejores y estar entre los mejores da la posibilidad de enfrentarse de igual a igual y esto puede permitir pelear los campeonatos. Los triunfos deben ser consecuencia del trabajo, pero NUNCA el objetivo.

Con la primer parte de la mejoría, que es la individual, el director técnico de inferiores debería asegurar su trabajo, pero no siempre es así, porque no solo los entrenadores quieren que se gane y nada más, también los padres y sobre todo los miembros de comisiones, que son los que resuelven la continuidad o no del trabajo de un entrenador.

Nada más satisfactorio que la tranquilidad de conciencia de haber mejorado a un jugador, de haberle aportado nuevos contenidos a su vida deportiva o personal, nada mejor que el sentimiento de deber cumplido en el equipo que hayamos estado, pudiendo continuar o debiendo dejar por no haber satisfecho los objetivos de quienes no entienden nada de lo que es esto y que muchas veces están a cargo.
Somos lo que hacemos, nuestros legados son nuestra forma de ser y nuestras enseñanzas y esto es lo que deberíamos dejar en cada club que tengamos la suerte de estar.

por Alejandro Luis Trionfini