Año: 1
Número: 5

LO QUE MAS IMPORTA NO ES COMPETIR, NI GANAR... ES ENSEÑAR

La verdad debe ser un compañero ideal, para el que se desempeña como conductor de grupos deportivos. Hablamos de sinceridad, a la hora de hacer una evaluación, tanto íntima o para quien lo pida.

Cuando el jugador es un niño, es imposible augurar su futuro como futbolista, tanto sus virtudes como sus defectos; lo que se  puede vislumbrar son sus cualidades innatas que colaboraran para que su desarrollo deportivo sea de un nivel mayor, siendo indispensable una estimulación adecuada y precisa en sus contenidos.

Cuando la competencia ingresa a la actividad(+ de 10 años), el entrenamiento será igualitario para todos y la competencia debe ser dosificada para que tengan mas o menos participación la mayor cantidad de niños posible, ya que en estas edades pude aparecer sorpresas de mejorías rápidas en los rendimientos y además luego de la pre-adolescencia (+ de 15 años) no se tendrá la certeza, de su futuro en la actividad.

El niño y su entorno, deben entender, que su fin específico en un club, es el aprendizaje de una disciplina deportiva, en la que internamente tendrán competencia igualitaria; pero que como representantes de la institución, los mejores exponentes serán los que representen  todos, teniendo de esta manera una actividad mas participativa y exigente que los demás que tendrán una participación dosificada de acuerdo a las condiciones que les vea el conductor en su contacto semanal con el niño. Buscando para estos niños una competencia semejante, para no dañar su autoestima. Competir en desigualdad, es una muy desagradable experiencia para los infantes, sobre todo cuando la diferencia es con sus compañeros, que lamentablemente no pueden diferenciar entre querer y poder.

Acompañemos a los chicos en el desarrollo de la actividad, sabiendo que lo realmente importante, para la educación personal y futbolístico, está en lo que se aprenda en la semana y no en lo que se vea en la competencia.

por Alejandro Luis Trionfini